La Company evoluciona la esencia de la familia Sportster con la Harley-Davidson Nightster 2022, que mantiene el look pero cambia el ‘feel’ dando un salto importante con el nuevo motor Revolution 975T y la incorporación de ayudas electrónicas.
Harley-Davidson mira el futuro con determinación, pero sin renunciar a su pasado. Y la novedosa Nightster es el mejor ejemplo. La última creación de la firma de Milwaukee combina la línea conocida de la gama Sportster con las prestaciones que le confiere el novedoso motor Revolution Max 975T.
Si con la Sportster S, Harley-Davidson perpetuaba el icono de la Sportster con un modelo de altas prestaciones que nada tiene que ver con la Sportster original, con la Nightster sí que recupera parte de la esencia de esta prolífica saga a través de su imagen.
Con la Nightster Harley-Davidson escribe un nuevo capítulo de la historia de una gama que cuenta ya con 65 años de vida. Originariamente, la Sportster fue introducida en 1957 con la denominación XL (eXperimental Light) impulsada por un motor V a 45º de 883 c.c. o 1.000 c.c.
Solo un año más tarde adoptó el depósito ‘peanut tank’ y durante décadas ha ido evolucionando, como cuando en 1983 se introdujo el motor Evo (XL Evolution), o en 1991 adoptó el cambio de cinco marchas, o en 2004 se rediseñó completamente para incorporar más silentblocks para reducir las vibraciones o en 2007 llegó la inyección electrónica.
Precisamente, la Nightster fue introducida en 2007 como un nuevo miembro de la gama XL con una orientación urbanita, pero de corte algo radical. La llegada de la Euro5 jubiló a las Sportster que habíamos conocido hasta ahora. Y renace con la Nightster, la heredera de la 883.
En la prueba de la Harley-Davidson Nightster 2022 quedamos maravillados con su motor
A los dos meses de nacer mi hija Anna yo seguía corriendo y tenía la 883 en el garaje. Así entenderéis que tengo sentimientos encontrados con el ‘nacimiento’ de la nueva Sportster, la Nightster. Si hasta Curro (Bultó, el hijo pequeño de don Paco Bultó) me dijo el día que probó mi 883: “tiene algo, no me preguntes el qué, pero tiene algo”.
Ese algo es parte del ‘alma de las Harleys’, del latir del bicilíndrico V45º de carrera larga, de oír y sentir el ‘pot, pot, pot’. Y ese ‘algo’ lo sigue teniendo, pero adaptado al siglo XXI, porque todo ha cambiado con la nueva Nightster. Sigue leyendo que te lo cuento, como que ahora dispone de una completa electrónica materializada en diferentes modos de conducción (Raid, Road y Sport), control de tracción desconectable y control de freno motor.
A pesar de la modernidad de su motor se ha mantenido la esencia Sportster
El ‘look&feel’ es parte del santo y seña de la firma de Milwaukee. En cuanto al ‘look’, la Nightster mantiene esa silueta inconfundible dibujada hace 65 años con el depósito (ahora falso depósito pues ahí va el filtro del aire o airbox) en forma de lágrima, el asiento monoplaza (que se levanta para dar acceso al depósito de gasolina) y el guardabarros trasero recortado. La cúpula es un guiño a la Iron 1200.
Tanto la horquilla convencional como el doble amortiguador trasero también juegan su papel en la estética de la moto. Incluso presenta la tapa lateral redonda del filtro del aire, otra pincelada evocadora de otros tiempos, mientras que la tapa lateral derecha ahora oculta el depósito de combustible bajo el asiento y recuerda a la del depósito de aceite de sus predecesoras.
También se han cuidado otros detalles, como la cubierta de debajo del radiador para disimular la presencia del mismo y de paso ocultar la batería.
Del ’feel’ se encarga el nuevo motor Revolution Max 975T, una versión reducida del propulsor ya conocido en la Pan America y Sportster S. Como os podéis imaginar, el motor no tiene nada que ver con el anterior, desde su configuración V a 60º de ahora por los V a 45º de la antigua, la refrigeración líquida, la electrónica, el cubicaje ya que antes era o 883 c.c. o 1.200 c.c. por los 975 c.c. de ahora… Y la potencia pues pasa de los 57 CV a los 90 CV.
A pesar de ser la entry level de la marca, su precio es realmente elevado
No os vamos a marear con todos los detalles técnicos del motor como la adopción de doble árbol de levas en cabeza, culatas de 4 válvulas, pistones de aluminio forjado, el ajuste hidráulico del juego de válvulas y la distribución variable del tiempo de apertura de las válvulas (VVT).
Podríamos escribir un artículo aparte solo del motor. ¿Cuáles son las principales diferencias del motor 975T con el 1250T? Evidentemente el diámetro y la carrera, la simple bujía por cilindro del pequeño por la doble del grande y que la distribución variable solo trabaja en las válvulas de admisión en el 975T y en el 1250T lo hace en las de admisión y escape.
La incorporación de electrónica es uno de los elementos diferenciadores
Y porque esta Nightster tiene la responsabilidad de seguir siendo la referencia como modelo de acceso a la marca, tanto para los usuarios seguidores de la marca como para aquellos que hasta ahora no se habrían planteado comprarse una Harley-Davidson y ven en esta nueva Nightster suficientes atractivos para apostar por Milwaukee.
Cobra vida
Nada más subirte a su grupa la sientes baja y accesible. Y será darle al botón del contacto para marcarte un ‘regreso al futuro’. Porque a través del cuadro de instrumentos podremos visualizar los modos de conducción. Ayudas electrónicas. ¡Menudo cambio nada más empezar! Y eso que ni la hemos arrancado.
La botonera es de nueva generación, todo más proporcionado por no decir minimalista comparado con su antecesora o los modelos clásicos de Harley-Davidson. Al apretar el botón de arranque el viaje al futuro lo haces a la velocidad de la luz. El Revolution Max 975T cobra vida con suavidad, nada que ver con la algarabía de su antecesora.
En esta ocasión Harley-Davidson eligió la provincia de Girona para la presentación, un escenario donde el que escribe aprendió a ir en moto por carreteras como la de Romanyà, ‘La Ganga’ (a La Bisbal), Curvas de Tossa …
La parte ciclo está a muy buen nivel, por estabilidad, comodidad o frenada
Así que nos estiramos hacia el manillar (un poco más cerca del asiento hubiese sido perfecto) y pusimos primera para empezar con la toma de contacto de la esperada Nightster. Como siempre solemos hacer, empezamos con el modo Rain, con la potencia rebajada, la entrega suavizada, más control de tracción y menos freno motor.
Lo primero que llama la atención es la manejabilidad y agilidad por tratarse de una moto de 2.240 milímetros de largo. El secreto está en la distribución de esos 221 kilos en orden de marcha y en el bajo centro de gravedad.
El motor es la antítesis de la 883, es decir, no es un portento en bajos, pero tiene unos medios y un punch deportivo que va a llamar la atención de muchos usuarios. A bajas vueltas sigue empujando sin titubear, pero lejos de sentir el ‘pulso’ como con la antecesora.
Por el contrario, como hemos dicho, nos brinda un dinamismo de lo más deportivo. Igual tanto hablar de Sportster te has olvidado de que la nueva Nightster cuenta con una potencia de 90 CV muy aprovechable gracias en parte a las ayudas electrónicas a la conducción.
El motor Revolution Max 975T deriva del 1250, aunque tiene unas cuantas diferencias
La Nightster es fácil de llevar desde el primer momento; incluso para un recién llegado a la moto grande. Porque tened claro que pronto llegará la versión limitada para A2. La parte ciclo resulta equilibrada.
Maniobras a baja velocidad sin problemas y te mueves con soltura entre el tráfico, aunque puede que acabes notando el calor de la culata más cercana al conductor. Con la Sportster original lo que notabas era el calor del aceite ya que el depósito también estaba en el lateral derecho de la moto.
Por carretera descubres el lado oscuro de la Nightster, con un motor potente y una parte ciclo que no se queda atrás. Para que os hagáis una idea el ángulo de inclinación es de 32º de manera que puedes inclinar, pero sin volverte loco, lo suficiente para achuchar a una GSX-R 1000 y a otro ‘compa’ con una K1600 que nos pasó en una recta ‘marcando terreno’ en la carretera de Llagostera a Tossa y todavía debe tener grabada la imagen de su retrovisor viendo cinco energúmenos en Harley bien cerquita…
Incorpora modos de potencia, control de tracción y control del freno motor
Y porque el guía nos frenó, que si no… Historias del ‘abuelo cebolleta’ aparte, la frenada resulta efectiva y dosificable. Además, la distancia de las dos manetas es regulable para poder personalizar más la posición de conducción.
La suspensión viene firmada por Showa, toda una garantía, aunque delante monte una horquilla convencional como exigencias del guion Sportster. Los dos amortiguadores traseros adolecen de un corto recorrido que se traduce en un tacto seco de la suspensión.
A estas alturas de la prueba ya habíamos pasado del modo Rain al Road y después al Sport. Y las diferencias entre uno y otro se notan. Y bastante. Con el Road y Sport dispones de la misma potencia, pero la respuesta al acelerador en cualquier situación es más suave en el Road mientras que con el Sport las insinuaciones al puño son más directas, responde antes a cualquier régimen y también dispones de más freno motor.
Esta Nightster no tienen nada que ver con los anteriores modelos Sportster
Ahora tirar de la oreja a la Nightster con el motor Revolution Max es una gozada, cómo estira con un desarrollo tirando a largo, cómo corre, cómo empuja, nada que ver con el pasado. Frena, se aguanta, entra fácil en las curvas… “Si te viera tu abuela”.
Con unos precios de 16.250 euros para el color Vivid Black y de 16.550 euros para las versiones Redline Red y Gunship Gray, la Sportster Nightster se sitúa como el modelo de acceso al ‘sueño americano’ por muy poco ya que la Softail Standard cuesta 16.500 euros aunque se trata de un big twin, nada que ver con la protagonista de este reportaje que está llamada a convertirse en una referencia en el catálogo de la firma de Milwaukee como lo hizo la Sportster 883.
Fuente: SoloMoto
Mas informacion en : Harley-Davidson Nightster
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